Los ultrasonidos se utilizan con éxito desde hace años en el control de plagas, y ahora también contra los ácaros del polvo doméstico. MiteGuard utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para perturbar sensiblemente a los ácaros en su entorno natural y empeorar así sus condiciones de vida de forma específica.
Estas ondas sonoras no son audibles para las personas ni los animales domésticos, pero tienen un efecto claramente perceptible en los insectos y los ácaros: la irritación acústica altera su orientación, su alimentación y su reproducción. Los ácaros se retiran o mueren si la exposición es prolongada.
A diferencia de los productos químicos, el efecto se produce sin dejar residuos ni contaminar el medio ambiente. El ultrasonido actúa de forma continua y uniforme, penetrando incluso en estructuras textiles especialmente densas, como colchones, alfombras o tapizados de sofás.
Las frecuencias utilizadas en MiteGuard se han seleccionado sobre la base de estudios científicos en el campo de la acarología (estudio de los ácaros). El objetivo es una sobreestimulación específica que sobrecargue permanentemente el sistema nervioso de los ácaros, un procedimiento que se puede utilizar de forma preventiva y aguda.
En combinación con la luz ultravioleta y el calor, se obtiene un triple enfoque físico que reduce los ácaros y su descendencia de formas completamente diferentes, sin aditivos químicos, pero con la máxima idoneidad para el uso diario.
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